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En este video contamos la historia de Viña Tipaume, un proyecto que nace en 1996 en el valle de Cachapoal, uno de los primeros proyectos de vino de autor en Chile. En 2005 producen el primer vino: Tipaume, un vino artesanal y 100% natural. Aquí la historia 🙂

Yves Pouzet, agrónomo y enólogo de la Universidad de Paris llegó a Chile a principios de los años 80’ para hacerse cargo de montar Viña Los Vascos. Antes de eso, había trabajado en viñedos en Chablis (Francia), Napa Valey (Estados Unidos) e Ica (Perú).

A pocas semanas de llegar a Chile, conoció a su futura señora, Valentina Grez, con quien hoy hacen de todo en Viña Tipaume.

Pero antes de Tipaume, Yves pasó casi 10 años trabajando para distintas viñas entre Chile, Brasil y la India, al mismo tiempo que, con mucha paciencia, buscaba un terreno donde instalar, algún día, el sueño del viñedo propio.

Fue así que más o menos en el año 1995, recorriendo los interiores de la comuna de Rengo, un lugar que frecuentaban los fines de semana para practicar escalada, hablaron con un campesino para preguntarle si sabía de algún terreno que se vendiera por la zona, y por casualidades de la vida, se encontraban a pocos metros de un terreno en venta, el cual terminó siendo el origen de Tipaume.

El nombre de la viña fue inspiración de un pequeño estero que bordea la propiedad y que lleva ese mismo nombre. Tipaume es una palabra del mapudungun y cuyo significado es "lugar de salida" y se interpreta como las aguas que salen de la Cordillera de los Andes para regar los cultivos.

Yves sabía que la uva de Cachapoal era muy buena, especialmente por el Carmenere, por lo tanto, esa fue la cepa que plantó mayoritariamente junto con Cabernet Sauvignon, Merlot, Malbec, Lacrima Cristi y Viognier. Años después plantaría además Pinot Noir y Sangiovese. En total el viñedo cuenta con 5 hectáreas.

Desde un principio, la viticultura fue orgánica, y años después, biodinámica. Los viñedos no se riegan, porque lo que se busca es que las raíces penetren lo más profundo en el subsuelo, en búsqueda de agua y minerales que entreguen mayor complejidad a los vinos. Por otro lado, el no regar permite que las viñas sean más resistentes a enfermedades.

Durante varios años la uva que se cosechaba se vendía a viñas más grandes, hasta que en el año 2004 decidieron construir una bodega debajo de la casa para poder vinificar sus primeros vinos, los cuales vendrían al año siguiente donde se produjeron 1.162 botellas.

Entre los años 2008 y 2011 nace la idea de hacer vinos en ánforas de greda, tal como se hacía hace miles de años. Se fabricaron artesanalmente unas cuantas ánforas, y recién el 2011 se embotelló el primer vino comercial, el cual se bautizaría como Grez: en honor a Valentina y aprovechando además que “Gres” significa Greda en francés.

Actualmente se producen alrededor de 3.000 botellas al año, de las cuales la mitad se venden en algunos de los mejores restoranes de Chile (Boragó, Ambrosia, 99, entre otros) mientras que la otra mitad se exporta a países como Brasil, Japón, Noruega y Bélgica. 

La familia: Arriba Vincent Pouzet y Francois Pouzet, Abajo Valentina Grez y Yves Pouzet.